jueves, 1 de marzo de 2007

La transformacion del estado en una organizacion cibernetica

LA TRANSFORMACIÓN DEL ESTADO EN UNA ORGANIZACION CIBERNÉTICA

Autores: Esp. Duno Coronel, Alexánder
Esp. Rodriguez Cortez, Taylor
Esp. Ruiz Carvajal, José

Caracas, Diciembre 2005

RESUMEN

El objetivo de este documento es describir la transformación que debe efectuar el Estado en los organismos públicos para adaptarse a los nuevos modelos gerenciales que rigen el mundo moderno, con la finalidad de incentivar la formulación de nuevos procedimientos que incluya el manejo del conocimiento y las tecnologías de información y comunicación como elementos principales del cambio en el sector público. Este planteamiento permitirá la conformación de una organización cibernética óptima que pueda cubrir adecuadamente los requerimientos de servicios públicos que se deben prestar al ciudadano. La investigación se desarrolló como un ensayo propositivo partiendo del análisis de las características que rigen los modelos empresariales del sector privado y de las opiniones relacionadas con la infraestructura global de la información de diferentes autores, originando como resultado los aspectos que deben ser considerados para conformar una organización pública adaptada a funciones propias del siglo XXI.


Palabras Claves: Sector Público, Organización Cibernética.











LA TRANSFORMACION DEL ESTADO EN UNA ORGANIZACION CIBERNETICA

El mundo de las tecnologías de información y comunicación

Las tendencias del mundo moderno se orientan hacia la denominada revolución digital, la cual ha cambiado en las empresas los métodos de hacer negocios, obligándolas a adaptarse a nuevas variables con el fin de subsistir en el ambiente competitivo
Esta revolución digital ha establecido otros enfoques desde el punto de vista gerencial relacionados con los procesos administrativos, mediante el empleo de las tecnologías de información y comunicación (TIC), las cuales se han convertido en un activo tangible de carácter estratégico para las organizaciones. De esta manera los nuevos enfoques administrativos se caracterizan por organizaciones con una estructura más plana, empresas bajo el esquema de alianzas estratégicas o fusiones, que se ven obligadas a incluir las TIC en sus planes estratégicos, con la finalidad de interactuar en la economía de red.
Las empresas se apoyan en las tecnologías de información y comunicación como un instrumento para implementar “aplicaciones súper avanzadas” (Hancock, 2001: p. 15), desarrollando productos innovadores, según las necesidades de los clientes. Esta convergencia de las tecnologías y de las industrias ha impulsado el potencial de la competencia como parte de la globalización de la economía mundial.

El conocimiento como instrumento de cambio en el mundo moderno
El conocimiento del hombre se ha transformado en una fuente de agregación de valor dentro de las organizaciones, siendo un elemento importante para lograr la ventaja competitiva como parte de los objetivos empresariales inmersos en la infraestructura global de la información.
El dinamismo actual de la sociedad y su alto impacto en la estructuración de la misma es innegable. Algunos autores lo han descrito de diversas maneras, pero siempre y de manera general, la premisa común es que el cambio es acelerado, muy rápido, ha afectado todos los ámbitos de la sociedad de gran manera y es lo único que es constante.
De acuerdo a Russel L. Ackoff, “El cambio en sí está cambiando constantemente” (Ackoff, 2001: p. 15). Asimismo, Edith Cresson, miembro de la Comisión Europea menciona:
“…el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación que observamos hoy en día presenta dos características sorprendentes. La primera es su paso veloz….La segunda característica es el grado en que dichos desarrollos han afectado nuestra vida y el funcionamiento de la sociedad, sin dejar de mencionar cómo nos afectarán en el futuro”. (Leer, 2001: p. 356).

Este constante cambio y la revolución tecnológica de los últimos años, han condicionado el surgimiento y consolidación de la denominada “Sociedad de la Comunicación y la Información”, que según Brian Kahin, senta sus bases en tres aspectos fundamentales.
La Convergencia Digital, el Valor Agregado y el Cambio, son temas que obligatoriamente deben ser discutidos y analizados para poder comenzar a entender lo que se ha denominado la Sociedad de la Información.
Estos tres elementos, son consecuencia de la Internet y su expansión, además de su posicionamiento como modelo y base de la nueva economía, de la cual no ha escapado ningún ámbito o sector.
La Convergencia Digital se materializa en el hecho potenciado por la World Wide Web, que ha generado una gran cantidad de servicios y productos, que se han convertido no sólo en necesarios sino que son imprescindibles. Asimismo, esto se ha beneficiado del gran avance tecnológico, que ha permitido la fusión de diferentes formatos de contenido y su difusión a través de la red, la cual por su potencialidad, parcialmente utilizada, se coloca como el eje motor y central de la Infraestructura Global de la Información. Tan cierto es este hecho que la estructura básica de Internet, se copia como modelo organizacional en las Intranets y Extranets.
Un segundo aspecto, el Valor Agregado, puede iniciarse basándose en el postulado de la Ley de Moore, que básicamente explica la duplicación del desempeño de los equipos de computación, relativo al costo de los mismos, en un período de aproximadamente 18 meses, es decir, cada año y medio se obtiene por el mismo precio un equipo dos veces mejor que el anterior. Esto permite y genera, que la funcionalidad y acceso a la información mejoren sustancialmente, lo que es a su vez otra forma de valor. A esto se suma la conectividad, la universalidad de la información y otros factores más subjetivos como la conveniencia y facilidad para el usuario y la socialización sin fronteras.
El cambio acelerado y sin rumbo definido, se interrelaciona con los dos anteriores y no es sólo el avance tecnológico que genera una modificación o un mejor precio, sino que marca el surgimiento de nuevos modelos sociales. Esto lleva al punto de que Internet ha desafiado y salido triunfante de las formas tradicionales de hacer negocios, desconociendo la existencia de fronteras geográficas o de otras índoles, incluyendo las legales y jurisdiccionales, lo que hace dilucidar la generación de nuevas leyes privadas, no del toda beneficiosas. (Leer, Ob. Cit.: p. 63).
De igual manera y para reafirmar como en la actualidad el constante cambio impacta en la sociedad, Ackoff (Ob. Cit.) manifiesta:
“En el pasado, debido a que el cambio no presionaba tanto a la gente, este no recibía mucha atención. Actualmente el cambio ejerce tal presión que se le tiene que prestar atención. Su ritmo es tan elevado, que un retraso en la respuesta puede ser muy costoso y hasta desastroso. Las compañías y los gobiernos llegan a quebrar porque no han podido adaptarse, o porque se han adaptado muy lentamente. La adaptación a los rápidos cambios actuales exige frecuentes y grandes ajustes a lo que hacemos y a la forma como lo hacemos”. (p. 15).

El desafío del sector público en el mundo moderno

El gobierno y/o sector público, como organización al fin con una importantísima misión de servicio público, no puede estar abstraída de esta realidad, porque significaría, no sólo su fracaso, sino el desequilibrio social de la población que representa. En el Informe sobre el desarrollo mundial 1999-2000, se hace mención a lo siguiente:”El panorama del desarrollo está en plena transformación, lo que obliga a las autoridades competentes a afrontar nuevos retos a nivel tanto mundial como local”. (Banco Mundial, 2000: p. 1), lo que proporciona una idea de la responsabilidad de los gobiernos nacionales y locales en el logro de los objetivos de desarrollo social en la actualidad.
De igual manera debe tenerse en cuenta que,
“…en la democracia moderna, servir al público es una tarea básica de la acción gubernamental. El servicio a la sociedad es lo que justifica la vida de los gobiernos. En la democracia, el conjunto de los ciudadanos es numeroso y diferenciado. La pluralidad exige que los gobiernos sean capaces de atender y solucionar los problemas públicos. Exige que las respuestas institucionales sean eficaces, oportunas y consistentes”. (Uvalle y Bravo citados por Klingner, 2002: p. xvii).

Cabe destacar entonces lo que manifiesta Alejandro Hecht, al citar un informe del Banco Mundial, ya que es un caso que ilustra fielmente nuestra realidad:
“…El argumento principal de este estudio del Banco Mundial es que la economía basada en la explotación de recursos naturales conduce al crecimiento económico, sólo que ahora más que nunca debe ser complementada con políticas e instituciones públicas confiables y transparentes, infraestructuras idóneas, capital humano y aplicación de conocimiento…”(Informe del Banco Mundial citado por Hecht, 2000: p. 38).

Esta afirmación cobra vigencia resaltante en el caso venezolano, ya que son innumerables las riquezas naturales que posee Venezuela, con un potencial económico altísimo, al que se suman otras actividades productivas tales como el turismo, por lo que se necesita de una verdadera y revolucionaria actualización del sector público para poder atender de manera efectiva, oportuna y confiable todas las necesidades de la sociedad venezolana, con altos estándares de calidad y atención a la ciudadanía.
Reside en el sector público y el alto gobierno, la responsabilidad de conformarse y transformarse en una institución moderna y actual que permita la explotación y el aprovechamiento racional y sustentable de las oportunidades que ofrece el desarrollo tecnológico, icono de la Sociedad de la Información, para el beneficio del colectivo, tal como lo expresa Moreno:
“El dilema en el mundo presente, y en América Latina, no es el de si aceptar o no la ola de innovaciones científico-tecnológicas. Esta es portadora de inmensas potencialidades de progreso para el género humano. La cuestión es cómo lograr que beneficie al conjunto de la población, cómo hacer para que pueda ser utilizada para atender las prioridades más urgentes, cómo abrir a todos las oportunidades para participar de ella”. (Moreno, 2001: p. vi).

Es importante mencionar, que la rapidez de los cambios obliga a ejecutar los cambios organizacionales y procedimentales de manera inmediata, sin tiempo que perder, ya que el daño es grave e irreversible. En relación a esto Ackoff, citando a Donald A. Schön, expresa:
“…a medida que el ritmo del cambio aumenta, también aumentan los problemas que se encaran. Además, cuanto más complejos son estos problemas, más tiempo lleva resolverlos…mientras más se acelere el ritmo del cambio, más se transforman los problemas que se intenta solucionar y menos es la duración de las soluciones que se encuentren…cuando se halla soluciones para los problemas existentes, estos han cambiado tanto, que las soluciones que se aplican ya no resultan efectivas…muchas de nuestras soluciones son para problemas que ya no existen, o por lo menos ya no existen en la forma en que fueron planteados…”(Ackoff, Ob. Cit.: p. 16)

En este sentido puede decirse que el sector público y el gobierno por la característica de su misión, objetivos y funciones sociales, deben afrontar sin retardo alguno, el reto y desafío que representan el cumplimiento efectivo y oportuno de sus responsabilidades dentro de los ámbitos, no sólo nacional y local sino también, global, en virtud de la realidad actual, donde se ha generado una red creciente de interrelaciones e interdependencias que no conocen fronteras geográficas ni culturales y que envuelven todas las facetas y ámbitos sociales y que afecta por igual a las instituciones del Estado y a la empresa privada, de tal forma que ha impactado las relaciones humanas con su entorno ambiental.
En este orden de ideas, Moreno manifiesta que la globalización contemporánea podría considerarse como una interdependencia con múltiples conexiones a distancias intercontinentales que afectan el ámbito económico, social, cultural, ambiental e inclusive militar y que se caracteriza por su intensidad y velocidad, gracias a la revolución de las comunicaciones y la pluralización de sus participantes. (Moreno, 2001: p. 3).
De esta manera vemos como las entidades públicas y el Estado se ven afectados por estas realidades, al igual que las organizaciones de carácter privado, lo que obliga a visualizar al Gobierno y al sector público, de una manera muy general y amplia, como una organización con fines estratégicos establecidos, capital intelectual que gerenciar, recursos financieros que administrar y usuarios a quién satisfacer.
La concepción del sector público venezolano
El sector público venezolano, bajo la noción de Ackoff, es un sistema social que debe facilitar el desarrollo de sus participantes y de sus miembros, procurando que se cumpla esta función eficiente y eficazmente. (Ackoff, Ob. Cit.: p. 64). Asimismo, el precitado autor manifiesta, que este sistema social se enmarcaría en el tipo de organizaciones con fines democráticos y una combinación razonable de medios autocráticos y democráticos, ya que “tanto los gobernantes como los gobernados tienen ingerencia en la selección de los fines y los medios…los gobernantes deben responder ante los gobernados y el objetivo de los primeros es servir a los segundos…”. No obstante, “…la autoridad suprema es la que tiene el control completo sobre los medios que se emplean, pero los fines los seleccionan las personas servidas por la organización…”. (Ackoff, Ob. Cit.: p. 67). Esta afirmación puede observarse en la figura Nº 1.



Figura Nº 1: Concepción del sector público venezolano.
Fuente: Elaboración propia.

Esto conlleva a una gran responsabilidad del Estado como sistema social, donde su objetivo primordial es el desarrollo de su población y su mejoramiento de calidad de vida, la cual no es fácil de medir directamente, pero que puede hacerse mediante el uso de indicadores sociales, cuya efectividad dependerá en alto grado de los criterios de percepción de quién o quiénes los apliquen. (Ackoff, Ob. Cit.: p. 62). Cabe también mencionar, la importancia prioritaria que cobra la planificación participativa en este tipo de organizaciones, donde organizacional e institucionalmente se toma en cuenta los estilos e ideales de los participantes. (Ackoff, Ob. Cit.: p. 64).
Debe mencionarse además, que la planificación como una forma de analizar diversas alternativas para la organización, con la finalidad de ser exitosos en un ambiente cada vez más cambiante y complejo, es una herramienta fundamental para la gerencia moderna. (IVEPLAN, 1998, Pág. 7).
Queda claro entonces la necesidad imperiosa de que el Estado venezolano y sus instituciones, se actualicen tanto en estructura como en funcionamiento, para adaptarse a las nuevas realidades globales, nacionales y locales, con el objetivo de proporcionar las respuestas inequívocas a las situaciones que se presentan en esta dinámica sociedad, caracterizada por la amplia tecnificación de las organizaciones, la rapidez de los cambios, la complejidad de los problemas que se presentan y el criterio de transdisciplinariedad necesario para afrontar exitosamente este desafío.
El cambio organizacional público como producto de las TIC
Moreno manifiesta que “La virtualización de las organizaciones será entonces una estrategia clave para ser competitivos en la sociedad de la información…” y “…Los gobiernos, al igual que las empresas pueden igualmente beneficiarse de las ventajas de la revolución informática para hacerse más eficientes, menos costosas y más cercanas al ciudadano para lograr el bienestar colectivo”. (Moreno, Ob. Cit.: p. 129).
Cabe mencionar lo que Mary Boone manifiesta y que se vincula a lo que es nuestra realidad socio-política, que aún no se encuentra del todo definida pero que sigue esa tendencia:
“La expresión administración participativa implica que alguien le garantiza a la gente el derecho a participar-concepto que aún tiene dejos del modelo administrativo “paternalista”. En cambio, la expresión administración interactiva implica que todos estamos juntos en esto y que juntos emprendemos acciones. Los administradores interactivos saben como dirigir y seguir”…”La administración interactiva consiste en comunicarse eficazmente, es decir, aprovechar al máximo todo el capital intelectual de la organización”. (Boone, 2001: p. 4).

Con tal aseveración puede afirmarse que la organización del Estado y del Gobierno, debe direccionarse hacia la conformación y consolidación de estructuras organizacionales masivamente automatizadas, diseñadas para adaptarse a los rápidos cambios y el aprendizaje continuo que les permitan identificar problemas y oportunidades, así como también, la elaboración de políticas y estrategias que minimicen los efectos nocivos y dichos problemas y permitan el máximo aprovechamiento de tales oportunidades en procura del bienestar colectivo, donde además deberán existir relaciones ínter organizacionales dinámicas, a lo que se ha denominado “corporación cibernética”. (Martin citado por Leer, Ob. Cit.: p. 325).
Lo anterior significa que esta nueva organización y estructura gubernamental, bajo el concepto de “corporación cibernética”, de acuerdo a lo expresado por el Dr. James Martin, deberá contar con empleados a los que se les reconoce que sus recursos claves son sus conocimientos y aptitudes, además de requerir una educación y capacitación fundamentalmente diferente y aprender continuamente aprovechando la experiencia y acciones de los demás. (Ob. Cit.: p. 327).
Es importante destacar entonces, que el Estado para iniciar esa transformación hacia este nuevo paradigma, necesita de una verdadera valoración del conocimiento organizacional y de su capital intelectual, debiendo rediseñar de fondo los procesos burocráticos para prestar eficiente y eficazmente su servicio a la colectividad y debería motorizar y maximizar el aprendizaje constante y el potencial de sus empleados. (Ob. Cit.: p. 328). Un ejemplo claro de esta situación lo plantea González (2006: p. 4) al afirmar con respecto a las organizaciones de la administración pública venezolana que “…las mismas entidades verticalizadas en su estructuración, con mas de doce, catorce y hasta quince niveles de decisión. Organizaciones que hacen difícil, cuando no imposible, que las decisiones administrativas que se adopten puedan convertirse en realidades y bienestar para la población…”
No obstante, se hace indispensable “una estrecha colaboración de la industria, las autoridades públicas y la comunidad para llevar adelante estos proyectos” (Cresson citada por Leer, Ob. Cit.: p. 360).
Asimismo es importante destacar las competencias, conocimientos, habilidades y capacidades que necesitan los gerentes de esta nueva estructura gubernamental, concebida bajo el modelo de organización cibernética para la “Sociedad de la Información”. Debiendo conocer la legislación y métodos para la práctica de sus funciones además de una comprensión amplia de todos los procesos del sector público y mostrar sensibilidad ante las necesidades de esta nueva estructura, ya que originan responsabilidades sobre los valores políticos legítimos y la participación pública en el gobierno, sobre todo en los gobiernos locales. De igual manera, deben entender que el entorno es de cambio y conflicto y no de estabilidad, debiendo estar capacitados y preparados para enfrentarlo. (Klingner, Ob. Cit.: Pág. 62).
Por otro lado el cambio organizacional en los organismos públicos se ve afectado por diversos factores que influyen directamente en el empleado, originando nudos que influyen en la formulación del modelo gerencial para el sector público, tal como se muestra en la figura Nº 2.

Figura Nº 2: Nudos organizacionales con respecto al empleado público.
Fuente: Elaboración propia.
Los nudos que pueden originarse tal como lo establece la figura se describen a continuación:
· E –cultura: el manejo de las TIC por parte de los empleados requiere de un proceso de capacitación desde el aspecto informático ya que una de las principales deficiencias en las organizaciones públicas se presenta por el desconocimiento de las aplicaciones informáticas así como de la interacción con Internet. El incremento en cuanto al manejo de las diferentes herramientas informáticas facilita el desarrollo de la e – cultura, en consecuencia una notable mejora en la operatividad de los organismos públicos.
· Conocimiento: se ha descrito anteriormente de la importancia del conocimiento en la sociedad de la información, este activo tiene una preponderancia fundamental en el sector privado, por ende el sector público debe generar incentivos para que los empleados públicos desarrollen proyectos innovadores en el área gubernamental dirigidos a la optimización de los procesos de interacción entre el ciudadano y el organismo público. Uno de los factores claves del conocimiento se materializa en el aprendizaje vitalicio (Yapp, 2001: p. 364), como un elemento asociado a la sociedad de la información.
· Productividad: este factor se ve afectado por un bajo nivel de conocimiento, así como por el poco manejo de las herramientas informáticas. Los resultados obtenidos por los empleados públicos como parte de los objetivos trazados, enfocados desde el punto de vista de la eficiencia y eficacia serán proporcionales al conocimiento adquirido, en consecuencia incrementan la productividad.
· Calidad: este aspecto es fundamental en la interacción entre el empleado público y el ciudadano, donde el objetivo perseguido por la organización está fundamentado en la función ejercida por el empleado, siendo necesario la creación de valores tangibles de medición tales como los indicadores para verificar el cumplimiento cabal de las responsabilidades públicas, favoreciendo de esta manera al ciudadano mediante la prestación de un servicio adecuado.

El software libre en los organismos públicos
Un elemento básico para lograr un efectivo manejo de las TIC se encuentra en los programas adaptados a las necesidades de las empresas, materializados en el software, los cuales son operados bajo la modalidad de sistemas de información, comúnmente en tres niveles: operativo (actividades rutinarias como facturas, pagos, entre otros), táctico (resúmenes y gráficos) y estratégicos (aplicaciones de toma de decisiones, basadas en el cuadro de mando integral, tales como el Balance Scorecard o el Estrategos).
El uso del software ha originado una diversidad enorme de aplicaciones cuyas características fundamentales se enmarcan en la globalización, interoperatividad y distribución de productos basados en la comercialización, los cuales día a día circulan en el mercado creando incluso redundancia de algunos modelos de software desarrollados. Este “caos del software” lo describe claramente Urquijo (2004: p. 62 -63) al destacar:
“En sistemas operativos llegamos a tener trescientos. En lenguajes de programación más de 2.300. Pero hay que resaltar que en aplicaciones organizacionales, cada una de ellas tiene su propio sistema operativo funcionando. Es absolutamente increíble como hemos llegado a tener tanta repetición de lo mismo alrededor del software“.

Como una solución a este “caos del software”, surge el software libre como una herramienta plausible para mejorar la funcionabilidad de las tecnologías de información existentes en las organizaciones, partiendo del principio de uso del código abierto adaptable a las necesidades institucionales.
El software libre se vislumbra como un recurso para el E - Business, facilitando soluciones en el manejo de los negocios y minimizando el gasto por riesgos de proyectos de software en los presupuestos empresariales. Carbone (2001) plantea que por un dólar que se utilice en proyectos de software libre, un dólar irá en búsqueda de la solución de ese proyecto; a diferencia del software propietario, del cual de un dólar empleado en proyectos de software propietario, se estima un pago de 25 centavos en derechos por adquisición de licencias.
Esta tendencia favorable hacia el software libre se analiza comparando el resultado de una encuesta efectuada en febrero de 2004 a 140 compañías en los EEUU (Torres, 2005: p. 44), las cuales especificaron estos datos:
o 60 % de las compañías declararon su interés en evaluar la posibilidad de migración a un sistema operativo basado en código abierto.
o 86 % indicó que su interés se debía al bajo costo de mantenimiento.
o 77 % reconoció como el principal atractivo las características de la amplia oferta de programas basados en programación de código abierto.
En Europa el número de usuarios de soluciones bajo la modalidad de código abierto se ubicó en 15 % del mercado empresarial, para el año 2003. (Ibáñez, 2004: p. 18). Shankland, citado por Pérez Martí (2005: p. 43) establece que la tasa de crecimiento de servidores del tipo GNU / Linux crecerá un 22,8 % anualmente, comparado con un 3,8 % del mercado total de servidores. Estos valores reflejan el interés de las empresas por optimizar los gastos operativos en la adquisición de recursos de TIC.
Una de las características principales de la filosofía del software libre es la de compartir el conocimiento, dándole libertad al usuario para elegir el programa que considere adecuado. Esta valoración difícilmente puede ser realizada empleando las aplicaciones de Microsoft en sus diferentes versiones, dada su concepción monopólica.
Por otro lado los gobiernos latinoamericanos también han querido tomar cartas en el asunto y es así como en agosto de 2003 se llevó a cabo en Cuzco, Perú, la primera Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre uso y Desarrollo de Software Libre, siendo la declaración final “la urgencia de considerar el software libre como parte integral en la construcción de la sociedad de la información y del conocimiento y como una prioridad en el diseño de políticas de desarrollo” (D`Elia, 2004: p. 62). Esta afirmación a su vez debe obligar a estos países a incrementar sus incentivos en el incremento de la productividad tecnológica y en actividades de investigación y desarrollo.
De esta manera la infraestructura global de la información también está repercutiendo los mercados venezolanos, incrementando los volúmenes de ventas a través del comercio electrónico y haciendo que las organizaciones incrementen sus inversiones en gastos relacionados con las TIC, con la finalidad de mantenerse a la par del mundo globalizado.
Como uno de los elementos de las TIC, el software se ha convertido en una herramienta adecuada para proporcionar a las instituciones venezolanas soluciones idóneas para mejorar la calidad de los procesos rutinarios requeridos para cumplir su rol, llegando a ocupar el 20 % del mercado de las tecnologías de información en nuestro país para el año 2004 (El Universal, 2005: 2do. Cuerpo p. 6).
Anteriormente el Estado había desarrollado medidas para incrementar su esfuerzo en el uso de las TIC, realizando el 16 y 17 de junio de 2004 un taller para “Elaboración de políticas para el uso y desarrollo del software libre en la Administración Pública” cuyo objetivo fue “obtener los insumos necesarios para la formulación de políticas públicas para el uso y desarrollo del software libre en la Administración Pública Nacional, con la participación del sector académico, público y privado” (Córdova, 2004: p. 8). Como consecuencia de este taller, el Estado Venezolano a través del Poder Ejecutivo, emitió el 12 de diciembre de 2004 en la Gaceta Oficial de Venezuela Nº 38095, el decreto Nº 3.390, cuyo articulo Nº 1 establece:
“La Administración Pública Nacional empleará prioritariamente Software Libre desarrollado con Estándares Abiertos, en sus sistemas, proyectos y servicios informáticos. A tales fines, todos los órganos y entes de la Administración Pública Nacional iniciarán los procesos de migración gradual y progresiva de éstos hacia el Software Libre desarrollado con Estándares Abiertos”.

Este decreto estableció un plazo de noventa días desde su promulgación para que el Ministerio de Ciencia y Tecnología, estableciera las políticas a ser desarrolladas para lograr la migración hacia plataforma de software libre a los organismos públicos venezolanos y a su vez establecer los lineamientos para la adquisición del software propietario por los mismos.
De esta manera el Ministerio de Ciencia y Tecnología ha iniciado el proceso de migración de la plataforma tecnológica del estado hacia el software libre, como una solución para lograr la disminución del gasto público, mediante la implementación de soluciones desarrolladas en código abierto que sean homogéneas para los organismos públicos.
Esta medida tomada por el Estado, permite visualizar una transformación fundamental de los organismos públicos a través del manejo de las TIC que permite inducir el manejo de una corporación cibernética cuyo nivel de eficacia fomentará soluciones inmediatas y prácticas a los ciudadanos, renovando la imagen actual del servicio público que prestan los organismos públicos.
Para alcanzar los objetivos trazados se hace necesario conocer someramente el patrón que rige al modelo económico del sector público, ya que, al igual que como ocurrió en el sector privado ha recibido una notable influencia por el uso de las TIC. Este impacto en el sector privado originó una nueva denominación conocida como e – conomía o nueva economía, modelo que ha obligado a transformar a las empresas en el mercado competitivo de la aldea global para sobrevivir al entorno, en una clara concepción darwiniana. Esta tendencia obliga a reflexionar sobre el sistema económico, ya que si el uso de las TIC en la empresa privada ha sido fundamental ¿cuál será la influencia de las TIC en el sector público?
La economía del sector público
El sistema económico que se ha manejado durante el último siglo ha sido el mixto, con tres tendencias conocidas: la de los países desarrollados cuya mayor influencia es del sector privado, quien establece las reglas y el sector público se transforma en la excepción; la de los países subdesarrollados donde el sector privado establece las reglas pero con mas restricciones y el sector público sigue siendo la excepción; y la de los países socialistas donde el Estado establece las reglas y el sector privado es la excepción.
El modelo económico básico del sector público se caracteriza por recurrir al uso del sistema tributario para obtener del gasto privado lo necesario para ejecutar el gasto público. De esta manera surgen algunos tributos comunes del Estado tales como: el impuesto a las rentas, el impuesto a las ventas, los impuestos patrimoniales y las tasas, los cuales permiten aliviar la carga estatal en cuanto a la distribución del gasto público.
El empleo de tasas impositivas requiere que el Estado mantenga una equidad en cuanto al cobro de los impuestos, estableciendo una capacidad contributiva adecuadamente distribuida. Aunado a este hecho las políticas impositivas en cuanto al tipo de tributo deben dirigirse a mantener la eficiencia, con la finalidad de evitar perjuicios al sector privado. De no controlarse estos dos aspectos se originan las evasiones, quebrantando las reglas impuestas por el estado y afectando el sistema tributario.
Este breve análisis del modelo económico del sector público permite visualizar la importancia del uso de las TIC y en particular del papel preponderante que tendrá el software libre en cuanto a la continuación de las políticas económicas que debe mantener el Estado para el manejo presupuestario, logrando de esta manera su transformación en una corporación cibernética.
Aunado a este hecho se debe tomar en cuenta que el rol del Estado siempre se orientará hacia la seguridad, justicia social y actividades de las instituciones públicas, tal como lo planteó Adam Smith en su obra “La Riqueza de las Naciones”
La corporación cibernética estadal.
Hartman (2001) define cuatro pilares fundamentales en los cuales las empresas deben hacer énfasis para ser exitosas en la e – conomía, estos factores deben ser arraigados con mayor significado en los organismos públicos, obligando a una redefinición del diseño y estructura organizacional, tal como se ha descrito anteriormente:
· Liderazgo: el manejo del software libre requiere de una motivación adecuada de los empleados, siendo necesario la existencia de líderes capaces de convencer y asignar responsabilidades que van mucho más allá de las funciones asignadas normalmente a los empleados públicos. Este elemento presenta tiene como desventaja el uso de las nuevas tecnologías que afectan continuamente el funcionamiento efectivo de los organismos públicos. Por otra parte debe tener la suficiente capacidad como para permitir el valor multidisciplinario del complejo mundo moderno.
· Modelo empresarial: el esquema estructural existente está arraigado bajo un enfoque burocrático, caracterizado por la entrega tardía de las solicitudes y retardos en su cumplimiento. Con el manejo de las TIC, la definición de burocracia se transforma completamente generando transparencia y agilidad en la ejecución de los procesos cambiando la visión del ciudadano de las competencias públicas y permitiéndole un acercamiento hacia las actividades gubernamentales. Por otro lado la creación de aplicaciones que permiten medir los resultados de una gestión facilitan visualizar la efectividad en el cumplimiento de las funciones de la misma. Este hecho obliga a reinventar la estructura organizacional y redefinir los roles y responsabilidades dentro de los organismos públicos, originando una organización cibernética.
· Capacidades: la complejidad del mundo moderno obliga a las organizaciones públicas a adaptarse continuamente a estos cambios. Dentro del proceso de adaptación se debe tener la suficiente capacidad para retroalimentarse en cuanto a las diferentes interacciones existentes entre el liderazgo, el modelo empresarial y la tecnología. Para cubrir estos requerimientos es necesario que los jefes de las dependencias públicas verifiquen continuamente las informaciones que transcurren a su alrededor con la finalidad de mantener la dirección adecuada del organismo público, de manera de establecer una coordinación continua y adaptable a los cambios que se generen. Estas acciones se logran siguiendo el valor fundamental generado por el conocimiento como un elemento vital para lograr la gestión adecuada del organismo público.
· Tecnología: la arquitectura tecnológica que maneje el organismo público le facilitará el manejo de las aplicaciones de software libre que sean adquiridas por el Estado. Sin embargo este aspecto adquiere un valor intangible con el conocimiento de los empleados, ya que el software libre implica la capacitación de los empleados para poder manejar programas y desarrollar estructuras tecnológicas idóneas para cada organismo público en particular. El conocimiento se ha transformado en un capital activo de vital importancia en las organizaciones.
Esta aproximación al modelo gerencial que debe ser manejado por los organismos públicos permite reflexionar sobre la importancia del decreto emitido por el Estado sobre el uso del software libre y en consecuencia en la creación del nuevo modelo burocrático que debe ser tomado en cuenta para las organizaciones públicas que funcionarán durante el siglo XXI.












CONCLUSIONES
En la administración moderna surgen nuevos elementos que influyen notablemente en los modelos económicos, originando nuevas organizaciones con un enfoque gerencial distinto a los planteados por Fayol, Weber o Mayo, donde la valoración no se orienta solamente a la división del trabajo o a la departamentalización, sino a nuevos elementos tales como la tecnología y el conocimiento.
Esta situación ha establecido una transformación fundamental en el sector privado, ya que de no cubrir las expectativas de la nueva e – conomía, las empresas desaparecen en una clara concepción darwiniana.
El sector público no escapa a esta realidad y debe reestructurar su modelo burocrático afianzando el conocimiento y las TIC como elementos fundamentales para cumplir con el rol del Estado, caracterizado por la seguridad, la justicia social y las actividades de las instituciones públicas, sin olvidar el modelo económico manejado en este sector caracterizado por la imposición de tasas y otros tributos que permitan la ejecución del gasto público.
Venezuela ha iniciado un proceso transformador de los procedimientos gubernamentales que incluyen una marcada influencia de las TIC y del manejo del conocimiento como parte fundamental de las políticas tecnológicas, siendo uno de los puntales en Latinoamérica de esta iniciativa.
De esta manera a través del decreto 3.390 se ha establecido en los organismos públicos como una aplicación fundamental para los procedimientos internos el uso del software libre como la herramienta tecnológica principal, obligando a través del plan de migración diseñado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología a capacitar el recurso humano para poder operar bajo esta modalidad, facilitando a su vez la posibilidad de lograr innovaciones propias del manejo de aplicaciones con código abierto.
Esta convergencia del conocimiento con las TIC obliga a efectuar una reestructuración del modelo burocrático existente considerando factores claves para la operacionalización de los organismos públicos como: el liderazgo, el modelo organizacional, las capacidades y la tecnología, transformando la función del estado hacia procesos óptimos de prestación de servicios públicos al ciudadano, lográndose de esta manera la conformación de una corporación cibernética óptima para el desempeño de la función pública.






















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